10.26.2019

el dolor y la gloria


decido probar de nuevo con el dolor y la gloria de Almodóvar. o lo que luego es el primer deseo. the film within. esta vez me voy al Tower, que me he hecho vieja desde que fui por última vez, aún adolescente con mi otra gran desaparecida. el teatro remodelado es una agradable sorpresa pero antes tengo que lidiar con los tumulticos de gente afuera del área, que se ha convertido en fea atracción turística. en serio, ¿quién ha dicho que ese tramo se parece remotamente a Labana? y esas guaguas rojas llenas de rostros blancos y letreros que dicen “histórico...” ¿cuál es la historia? ¿que fuimos cobardes y regalamos un país? bah...

eramos apenas diez o quince personas en la sala de cine. SIGUE

nada de empellones y codazos entre viejos maricas del cgac. maricas había cuatro y me tocaron justo detrás. charlatanes de picuencias varias. la película, otra de ese ya viejo Pedro que se repite como el pepino. y lo entiendo. ya no es el memorable gazpacho de “mujeres al borde...” ahora el indigesto pepinazo crudo.  la vida de verdad y su ficción constante. "Pain doesn’t derail an artist’s career; it shapes it."  eso dice una reseña del film, de las muchas y buenas que ha recibido. ya no se puede ni debe esperar la locura joven del cineasta, pero lleva varias trabado en lo mismo. y uno, yo, quiere ver su trabajo, porque siempre en algo sorprende. y repito, lo entiendo. cuando hay que contar una historia traumática, hasta metiéndole ramalazos de ficción, se vale pulirla. hasta reventarle el pellejo a la ampolla. sacarle el pus. que es lo que está haciendo Pedro con su vida. el pus acumulado es veneno. que es lo que hago yo con mis letanías.

salí del cine y de pronto un aguacero de esos, repentinos. tras un rato, aún no sé si me gustó. demasiado familiar de alguna manera. se me hace tan ruidoso el eco. y como siempre, la música que escoge Almodóvar es del surco profundo de mi vida, y en esta, más. la deliciosa versión de A tu vera, en las voces de Penélope Cruz y la voluptuosa y superdemoda Rosalía. el himno ochentoso de Alaska y Dinarama, Cómo pudiste hacerme esto a mí, puropop traición. la evocativa y maravillosa versión bailable de La Vie en Rose, de Grace Jones. ah... y Come sinfonia de Pino Donaggio, cantada por la italoleona Mina. todo un banquete. en una escena que abre con los acordes de la versión de la "la vie en rose", el actor vestido a los 80, baila sensual. empecé a llorar. porque sí. porque estuve allí. bailando con él y muchos otros. tantas veces. y el dolor y la gloria de haberlo hecho aún existen.

3 comments:

Anonymous said...

A mí no me gustó. Hace rato que dejé de interesarme en sus películas. Ustedes los de los ochenta se creen que inventaron las orgias de sexo-droga y lo hacen todo un drama.

Anonymous said...

Almodóvar es una marica sentimental igual que tú l.

sonora y matancera said...

840: para gusto los colores. no deja de ser un gran cineasta... marica sentimental o maricón loco.