
decido bajar al mar. el piso del pasillo brilloso reflejando tanta miseria humana, tanta. ay. oscuro y tembloroso el mar, su brisa marina me abraza fresca debajo de las uvas caletas. un pájaro negro grazna entre sus ramas. mal agüero eso, dicen, y me río, qué me queda hacer ya. del otro lado de la cerca el muro de la ermita está lleno de gente y yo sola aquí. ah los simbolismos y sus enigmas. las ironías que la vida me lanza a estas alturas. la caridad de un lado y la soledad del otro. siempre pienso que la gente que cree de verdad en esas cosas viene a ese muro a la espera del arribo del botecito con cachita haciendo espectaculares malabarismos encima de los tres chiflados. SheAboveITall. ese muro sería un magnífico escenario para un performance de luces amarillas y sombras blancas en medio de la oscuridad nocturna mientras miles de voces profundas, agudas, lanzan chillidos cortantes: "poLcaridaaad". así horas mientras una caravana de carros pasa cargados de cubanos tirando girasoles al mar. al amanecer la alfombra de girasoles llegaría a keybiscayne y cachita entonces, sostenida por cables aéreos de un helicóptero, caminaría sobre el mar... interpretada por gloria estefan, claro. y luego, cafecitos para todos. a 56 centavos por dedal. simbolismos e ironías.
pero, ¿dije brisa? es que está lo que se dice... "ventoso", pienso sonriendo y me tiro un selfie para mandárselo a eLLa y joderla, porque le choca la palabreja. eLLa tan ajena de las ventosidades de la lengua. miren. pasa un yate blanco que lento va pavoneándose frente al malecón. GraciasPorElYateVirgencita. mira-que-ahora-quiero-dos. DosYates. BaH. se escurren por mis pies dos muchachitas casi de la mano. vaya. se esconden bajo otra sombra entre risitas. la brisa ventosa es una delicia desquiciante. esPuraVida y el golpe de las olas rima con otro día más en la espera. ahELhorror. endecasílabos para morir en hipérboles de vida extinta. cómo me duelen los ojos. de llorar y no llorar. de mirarlo vivo casi muerto. de mirarme ausente de mí misma entre tanta basurilla suelta colgada del viento. su brisa. su mar. lo pienso allá arriba, solo soñándome ida. yo sin regreso al ayer que nos contuvo sanos lo sueño vivo, sujetándome. adiós, caridad y me alejo. apiádate de esta soledad que hinca por doquier. y su silencio hostil entre tanto ruido, tanto.