hoy en
t u m i a m i b l o g
un texto de om ulloa
era pequeña, con tapa de cartón azul y hojitas cuadriculadas agarradas por anillos múltiples de metal. mi padre la compró en una papelería —la primera gran maravilla de mi nueva vida— a los tres días de llegar a Madrid. estábamos viviendo en una pensión de la Carrera de San Jerónimo cundida de estudiantes anarcomunistas producto de la época, quienes día a día camino al baño comunitario miraban con desprecio a “los cubanos fascistas” en que “los gusanos” que habíamos sido unos días antes nos habíamos convertido con un salto de océano. “ostia, habéis dejado el paraíso por esto…”, mascullaban entre dientes manchados de nicotina escondidos tras tupidas barbas. era diciembre de 1968. ya París no ardía ni en Praga habría de nuevo primavera por largo rato. mientras, en Madrid hacía mucho frío y por todas partes había retrato franquista, pero por lo menos el viejo no tenía barba, pensaba la niña asustada que era mi sombra. ... ...