[G, que nunca te falte la luz que a todos nos diste, con tu magnificencia e inagotable generosidad.]
no tengo ni tendré la menor pizca de bondad hacia los ignorantes que negaron esta pandemia. los que pudieron hacer algo al respecto a tiempo y no actuaron. a los que causaron este horror que ha costado 500 mil vidas. en este país, la gran potencia en manos de ineptos. y tantos más, en el mundo. tantas vidas. seres queridos de lejos y de cerca, de todos. y entre ellos un gran hombre. un caballero que fue la generosidad genuina. hermoso. sencillo y magnífico. un cubano que con su temprana decisión de rechazar una mentira y sacrificarlo todo, optó por darle a su familia una vida mejor, y al hacerlo, hizo posible que yo también tuviera una mejor vida. en presencia, acción y consecuencia, mi segundo gran padre.
y a todos, hombres y mujeres, que con sus despreciables acciones causaron este desmadre, les deseo lo peor. no, no es odio, no. simplemente no hay perdón. no se puede perdonar lo que ya, sin lugar a duda, podemos llamar una masacre. y por tanto, a ellos mi desprecio, que ni siquiera odio, dondequiera que estén, vivan, se escondan. a ellos y todos los que apoyaron la farsa corrupta de los que estaban en el poder y no supieron darle frente a la crisis como lo merecía. avisados estaban. pruebas sobraban. a quienes optaron por la estupidez humana en vez de la luz que la ciencia nos ofrece. a quienes no fueron capaces del sacrificio de ser parte de nuestra privilegiada humanidad. a todos los que decidieron que la mejor opción, en medio ya del desastre, era quitarle la dignidad a nuestros mayores. darlos por desechables. a todos los que no supieron salvar a la generación que nos abrió a todos caminos. a los asquerosos mentirosos que alimentaron a las masas delirantes. a los ignorantes que optaron por creerles. a los mamarrachos burlándose de la muerte. hipócritas. intere$ado$. a los que optaron por las ganancias a cambio de la vida, que es lo único de valor que en realidad tenemos. lo único.
no. no habrá perdón jamás. que con estas palabras les toque el infierno terrestre o el celestial, me importa un coño. que se pudran en el vacío de su ignorancia, y desde mi furia, que la oscuridad se apodere de ellos como tuvo que vivirla tanta gente buena. cara a cara con la muerte, y solos. personas que no merecían muertes indignas. horribles. personas de oro que perdieron la vida mientras gentuza de mierda aún se vanagloria de apoyar a un miserable mequetrefe, a un desecho humano de la peor calaña. todos, sin excepción, son mierda.
no. no hay perdón. por todos los idos, yo no perdono.