aché pa ti, Adrian

El poeta afrocubamayamense Adrian Castro, quien se presentó ayer en Chicago, en la lectura del 5.21 de la serie Palabra Pura (colaboración de la revista contratiempo y el Literary Guild Complex), acaba de recibir el premio CINTAS 2008 de literatura, el más importante entre cubanoamericanos... Aché pa ti, for a great talent!

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Guild Complex

otra vez... el rumor...

Del blog Rumor de Cuba, 5.15.08 desde la isla... pulsen la flecha y lean el post entero:

A los rumorosos que nos han invadido con correos electrónicos desde todas partes preguntándonos si es cierto que Fidel Castro ha muerto porque ya no publica sus reflexiones desde hace varios días queremos dedicar este artículo.

Podemos confirmar en este momento lo mismo que cualquier cubano: que el Coma - andante no ha publicado nuevas reflexiones (¿tiene alguna certeza alguien de que cuando se publican sus reflexiones quiere decir que no ha muerto?), que no sabemos nada de él en vivo y a todo color desde hace casi dos años, que sólo hemos visto videos editados y fotos retocadas de sus encuentros con sus más cercanos y confiables amigos... y sobre todo, que a los que vivimos en Cuba nos dejó de interesar si vive o no hace muchos meses y esa es la mejor manera de enterrarlo.

un premio...

russianblue said...
El premio "Blogger Sapiens Award" ha sido otorgado a tu blog. Enhorabuena

pulsen la flecha arriba para ver cosas muy variadas e interesantes....

la sorpresa del día... entre bitácoras se dan premios y nos dieron uno... gracias...

aquí... entre la cursilería boba y la bobería inteligente

© sonomataumo

nunca le temo a la cursilería auténtica y expresiva.
sí me aterran las ideas oscuras que se alimentan del silencio.
allí crecen como parásitos alienados encharcados en la duda.
allí se soban los muslos híbridos de mediocridad y juzgan.
allí critican vociferan cobardes sin dar la cara.
mandan misivas anónimas escritas con saliva ajena.
escudriñan pupilas huecas entre pestañas de cerdas.
aprisionan la voz que se revuelca tensa tras cuerdas
vocales enloquecidas por el castigo de callar.