más tarde escribiré de este regreso, lleno de ecos... pero ahora, aquí, a los interesados les dejo el Prólogo que escribió el poeta cubano Yoandy Cabrera, respetado crítico de literatura cubana contemporánea y especialista en los clásicos griegos, quien captara, tras vencer la amarga dificultad inicial propia que causan mis textos y que él mismo explica en el video, la esencia de este "prosemario jungla" que tanto de mí lleva en sus tardías páginas cubieroticobotánicas...
Prólogo
glotOnerías y olfAteos (de florEs en cUbículos), om ulloa, Ediciones La Mirada, 2017
por Yoandy Cabrera
Uno: “geografía de las palabras”
Imagínese un terraplén en medio del campo, una especie de “respiro del claro del bosque”. Allí, “en la jungla abierta” donde “chilla el eco”, los cuerpos (otra forma de la selva y la sintaxis) se entremezclan, y los versos terminan a veces monosilábicos y agudos, como las ramas ásperas del invierno. La poesía de om ulloa (Matanzas, Cuba, 1958; residente en Estados Unidos desde la adolescencia) se alimenta de esas interconexiones entre soma, naturaleza y lenguaje. Pero en medio de un discurso despeinado, aparentemente silvestre e irregular, hay una mano que ordena, como en un laboratorio o en una caja de maquetación textual, cada uno de los procesos. Es así como la autora hace énfasis en una frase, inyecta una vocal, maqueta desde la enunciación: ulloa maquilla y desmaquilla el paisaje y las ideas como si se tratase “de flores en cubículos” o de plantas vigiladas a medida y desmedida en un invernadero. Poesía de experimentación continua, pero también de pulso y bombeo en que el dolor no es menos importante que el divertimento.
glotOnerías y olfAteos (de florEs en cUbículos), om ulloa, Ediciones La Mirada, 2017
por Yoandy Cabrera
Uno: “geografía de las palabras”
Imagínese un terraplén en medio del campo, una especie de “respiro del claro del bosque”. Allí, “en la jungla abierta” donde “chilla el eco”, los cuerpos (otra forma de la selva y la sintaxis) se entremezclan, y los versos terminan a veces monosilábicos y agudos, como las ramas ásperas del invierno. La poesía de om ulloa (Matanzas, Cuba, 1958; residente en Estados Unidos desde la adolescencia) se alimenta de esas interconexiones entre soma, naturaleza y lenguaje. Pero en medio de un discurso despeinado, aparentemente silvestre e irregular, hay una mano que ordena, como en un laboratorio o en una caja de maquetación textual, cada uno de los procesos. Es así como la autora hace énfasis en una frase, inyecta una vocal, maqueta desde la enunciación: ulloa maquilla y desmaquilla el paisaje y las ideas como si se tratase “de flores en cubículos” o de plantas vigiladas a medida y desmedida en un invernadero. Poesía de experimentación continua, pero también de pulso y bombeo en que el dolor no es menos importante que el divertimento.
El yo poemático de glotOnerías y olfAteos (de florEs en
cUbículos) es, además, un animal erótico, sintáctico
y político. En la primera sección de este poemario, titulada
glotOnerías y olfAteos, el uso de la naturaleza es más
bien panorámico, el sujeto lírico se mueve entre el
bosque y el discurso. Dichas asociaciones están canalizadas a través del cuerpo y la sexualidad; además, no
faltan en esta sección poemas de un tono y un entorno
más bien urbano. No obstante, el gusto por los detalles y los contrastes (de la selva al grano de arena) está
presente desde el inicio del libro. La morfología botánica y la lingüística tributan al olfateo y la búsqueda
sexual: “sexOgram-Ático”, “deseo semántico”, “eroticadjetivizada”, “beso bilabial”. Esa geografía erótica
de las palabras es otro de los temas fundamentales del
libro.
SIGUE
SIGUE