5.07.2008

La valentía premiada y las entregas incompletas....

foto: El País

foto: de la serie Vidas minadas, de Gervasio Sánchez

ya pasó la ceremonia de entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo del diario El País. ya pasó como todo lo demás ha de pasar...

la cubana Yoani Sánchez, premio a la práctica en escabullirse del coco por el alambre minado de espías y pitirres desafinados, o Periodismo Digital desde una dictadura tropical poblada de turistas bailando casino, se lo imaginó de lejos, desde esta foto ampliada que lo dice todo, meciéndose en el sillón sin balancín de su portal... desdecuba.comirando pa´fuera... y tirando piedras. sigue, hasta que se rompa el fino y blindado cristal.

los que sí pudieron ir porque nadie se lo prohibió, a pesar de no vivir ellos tampoco en país libre de culpa, fueron los otros condecorados de las internacionales guerras periodísticas que se batallan en el mundo entero, no sólo Cuba:

la periodista mexicana Sanjuana Martínez, premio al mejor Trabajo de Investigación por sus reportajes sobre la pederastia clerical, o babosexo de menores en manos de curas maricas y reprimidos... gran denuncia la de esta brava mexicana, quien fue despedida de su trabajo a raíz de sus reportajes ... visiten su blog.


la revista mexicana ZETA recibió el galardón a la resistencia y supervivencia en el mundo de las muchas y de las malas publicaciones, o en fino castellano, ejemplar Trayectoria Profesional...

y vean la serie Vidas minadas, del fotoreportero español Gervasio Sánchez, galardonado con el premio al Periodismo Gráfico, bellas imágenes a pesar del espeluznante pavor que provoca mirarlas
deuda
© sonomataumo

de una generación perdida en el limbo cubano del siglo 20 soy. desde que me levanto hasta que me acuesto aspiro que esto no ha de continuar en el 21. es mi murmullo con la esperanza vacua del desencanto que me tiene en la espera de lo nuevo, alerta, desde hace tanto que ya no cuento. y otra vez hoy es lo mismo, pero la protesta de que no puede seguir así me hace eco. y aunque lejos y de otra generación, la que ni siquiera tiene etiqueta, estrujados como quedamos por el tiempo entre la ola del exilio histórico y la del exilio histérico: la ola de los latifundistas y los yotuves, los profesionales, los clase media, los guajiros y provincianos, los marielitos, los del-medio a México-España-Costa-Rica-Alemania-Italia…, los balseros y la nueva ola de los artistas e intelectuales que comen en el extranjero-Europa y desde allí deducen, analizan y se balancean entre la izquierda autoritaria de La Habana y la derecha abrumadora de Miami, y yo entre y lejos de ellos todos, apretujada sin memoria clara de una isla profunda con un hueco oscuro en mi lengua y el picor en los ojos de extrañarla sin verla que me empuja a volver a reclamar las imágenes que ya no están fijas, que se zafan con cada leve pestañeo en temperaturas bajo cero en el país del norte que es el único que tengo. lo demás es cosa del recuerdo.

y algunos salen y regresan y viven en cuba, dentro de cuba, en la boca del lobo castrista que ahora de dictadura ha pasado a monarquía comunista. y qué esperanza me queda, y miro la cara de yoani en su blog desde cuba, nuestra nueva llama de esperanza, nuestra leona cibernética. y se lo debo, hoy que le truncan una ilusión, le debo recuperar la esperanza que me falla todos los días. sigamos pues en pie en cada una de las múltiples orillas de la diáspora, aunque sea amplia, en todos los sentidos, y profunda, censurista, bretera y estrecha en sentido contrario.