... Y los versos de todos ellos eran admirables.
Las comidas eran interminables y la misma servilleta servía por turno a los cuatro poetas, pero ellos no lo sabían.
Esta servilleta se fue ensuciando poco a poco. Por allí había una mancha de huevo junto a una brizna de espinaca. Más allá, marcas redondeadas de bocas húmedas de vino y cinco huellas grisáceas dejadas por los dedos de una mano que se había posado. Una espina de pescado atravesaba la trama como una lanza. Un grano de arroz seco estaba pegado en un ángulo. Y las cenizas de los cigarrillos ensombrecían unas partes más que otras.
Esta servilleta se fue ensuciando poco a poco. Por allí había una mancha de huevo junto a una brizna de espinaca. Más allá, marcas redondeadas de bocas húmedas de vino y cinco huellas grisáceas dejadas por los dedos de una mano que se había posado. Una espina de pescado atravesaba la trama como una lanza. Un grano de arroz seco estaba pegado en un ángulo. Y las cenizas de los cigarrillos ensombrecían unas partes más que otras.