pues sí, vi bien. ayer fue el cumpleaños de una amiga, no muy íntima, que murió hace un par de años. su cuenta de fbk sigue activa y muchos de sus amigos le están dejando mensajes. que la extrañan, que la quieren, que... y de pronto se me cuela un aire frío en los ojos. su madre, un par de días después del celebrado día de la madre, le ha dejado un mensajito también. tibio, conmovedor, cariñoso. un elaborado comentario en facebook, de su madre, para mi niña, que... sonrío, porque en realidad no sé cómo reaccionar ante la rareza tecnoemotiva. la señora le dice a su hija que es feliz porque sabe que vivió a plenitud la vida. es verdad. la sirena colombiana gozó e hizo de su corto tiempo en la tierra lo que le salió del alma, tatiana tan arrebatada y atrevida, sobre todo con sus partes privadas a las que dedicó gran tiempo para explorar y disfrutar. fue una locona impetuosa y jodedora, una rebelde avanzada a su época y geografía. un alma libre que vivió sus excesos sin nunca pedir disculpa.
me pongo a pensar que en realidad nunca supe su nombre real. escribía y publicaba con uno "ecológico" que se inventó. la conocí a través de un amigo, y terminanos los tres esa noche en un concierto de albita-acabada-de-llegar en miyamibich. la colombiana loca era desbocada con todo tipo de placer. con pocos recursos publicaba revistas zines lesbieróticas, organizaba (o trataba de) a las safistas mayambaneras, que la consideraban bicho raro (y lo era, en medio de toda su ternura), tan malhablada y fuerte, decidida, valiente. hasta que se cansó de la bitonguería cubiche y se fue a las quimbumbas texanas y luego buffalonuyorkinas a estudiar para bibliotecaria fina, ella que parecía un bólido salido de un putiburdel lésbico. y ahora su madre, todo lo contrario y dignidad colombiana personificada, lo está diciendo, más o menos, en el mensaje de cumpleaños que le ha dejado a su hija fallecida. que está orgullosa de que ella haya vivido su vida a plenitud.
pero... ¿se lo habrá dicho antes de...? ojalá, me digo, mirando a mi temblorosa madre, que dormita. cosas veredes, sancho, mira tú estos epitafios feisbuqueros... y es que, como decía tatiana, esto no tiene nombre... todavía.