un texto de om ulloa en Penúltimos Días, blog de asuntos cubanos
Siempre, desde que entendí lo que era, me opuse al embargo estadounidense a(l gobierno de) Cuba. Siempre opiné, dondequiera que surgía, que el único beneficiado de esa ley era el desgobierno castrista y sus secuaces, además de los desfachatados comerciantes del producto “tema cubano” que residen fuera de Cuba, cubanos y extranjeros, y viven de la desgracia de un país y sus ciudadanos. Tenía(tengo) bien claro que el embargo era(es) la gran muleta de Castros y Cía., por igual. El único bloqueado era(es) “el pueblo cubano”, mi gente… más o menos. Ahora pienso lo mismo, pero opino que no es el momento apropiado de levantarlo, el embargo. No, ahora no, de eso estoy convencida. Y sin embargo, lo siento por esa gente que tal vez pudiera ser mía, de ambos lados compatriotas, pero no; ahora que se vislumbra un fin —aunque no sea El Fin—, no se vale.
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