1.05.2010

ayRosaRosaTanMaravillosa



estoy un poco desenchufada de las noticias en estos días. el frío, el principio de año, las boberías varias. así ayer, con retraso leí que murió Sandro, aquel Sandro de América tan guapetón y cursilón, tan argentino, tan rosarosatanmaravillosa de los guatequitos infantiloides en el barrio de El Carmen bailando y tomando Fanta de limón. y es que cuando empiezan a morir los ídolos de nuestra cursi infancia, hay que empezar a poner atención a los recuerdos, a revivirlos para no olvidarlos o se te va a empezar a notar, la vejez.

y yo amo mis recuerdos que me dan constancia de vida. no rechazo los buenos ni los malos. todo cuenta, al final. fui tan fan de raphael y de sandro como luego lo fui de tom waits y de los rolling stones, de los bravos y los fórmula V como de los talking heads y el kronos quartet sin dejar jamás a un lado al beny, a la orquesta aragón, a serrat, a sabina... y ni hablemos de la sonora matancera... fueron maravillosas esas sensaciones de adorar la belleza de la juventud de esos cantantes populares de los 60 y 70 que reflejaban mi belleza y juventud en plena infancia-adolescencia. tanto ellos como yo éramos bellos, jóvenes, cursis, románticos, tontos como hoy parecemos ser indispensables.

pero el recuerdo queda, y se agradece. que descanse en paz después de tanto mover el esqueleto, tan maravilloso en su cursilería exagerada aquel Sandro y su muchacha y una guitarra que me trae tantos rostros de muchachas, tantas carcajadas sinceras por bobas. Sandro, QEPD.