8.19.2016

severO

Que se quede el infinito sin estrellas...

Que se quede el infinito sin estrellas,

que la curva del tiempo se enderece.
Y pierda su fulgor, cuando se mece
un planeta en su abismo y en las huellas 

del estallido primordial. Aquellas

noticias recibidas del comienzo 
de las galaxias, del vacío inmenso, 
hoy son luz fósil. Paradojas bellas 

que anuncian por venir lo transcurrido 

y postulan pasado lo futuro. 
Universo del pensamiento puro:

un espacio que fluye como un río 

y un tiempo sin presente, opaco y frío. 
El tiempo de la espera y del olvido.



Recuento 

Ya no soy el de ayer, el tiempo pasa. 
Mi verso se ha tornado transparente. 
Por las tardes me vienen de repente 
bruscos deseos de volver a casa. 

La pasión que ensimisma y la que abrasa 
se alejaron de mí; ahora es la mente 
quien disfruta, nocturna, indiferente, 
con los cuerpos que el día me rechaza. 

No deploro el amor, que me fue ajeno;
sino el deseo, que redime, invierte
y modifica todo lo que toca.

Escrituras, pasiones y veneno
faltaron a mi vida y a mi muerte.
Y el roce de unas manos, de una boca.

Severo Sarduy , el obsesivo y lúcido bárroco cubano por excelencia...