ciclonaZo:::SINlangostapenas

* aManecer en el trópico, ventoso, lluvioso, esperando megaCiclón con nombre de putipizpireta. Irma. la dulce histérica de piernas abiertas abarcando todo el cacaribe, comiéndose isla a isla toda la parásita belleza de paraíso en flor de caña... así, extenuada tras los recoge-y-prepárate --porque mi madre, tercaREterca no se quiso ir, nononono-- me he pasado  la noche inquieta entre rafaguitas anunciando lo que se avecina. me atrevo a asomarme apenas. apenas. apenas. yeah, freaking bad hair day in Mayami this sunday am, as the Irma show is starting to show its teeth and it's hair-raising, indeed, sacando dientes desvencijados por la fuerza del viento. los mentirólogos dicen --quéDicenQué-- in or out of the cone, maybe, maybe not... and then, poor KeyWest... después de la devastación, una vez más sobre cubita, la Fermosa. que no le queda ni un diente, ni una cadera, ni una nalga... otra vez, cuero con la isla de mierda que se empecina en ser algo más que un corcho flotante en su propia porquería.

** y una vez más, empiezan las ráfagas. las de verdad. suspiro con rabia, porque nonono quiero estar aquí y siempre me arrastran, a estar, a ser, a defender... ah, el deber, el deber, el deber... y estas tormenticas... cambio tres nevadas de 20 pulgadas por evitar esto, siendo una de las razones por que detesto esta ciudad... estos malditos, interminables y tensos huracanes que te tienen en vila días, en el before/during/after... en el pánico, en la zozobra. mi madre está confundida, en lo oscuro con los acordeones de metal puestos, y pregunta una y otra vez si ya pasó el huracán. eLLa llega a tiempo antes de mi respuesta y la entretiene hablándole de cosas sueltas, destornillados chistes y tal. eLLa que vino a celebrar su cumpleaños, hoy, su monumental celebración. eLLa que me mira, seria. tengo miedo. lo sé, yo también... SIGUE


*** * y apenas nos tocó, pero durante casi quince horas nos amedrentó. cómo jodió con el viento, Irma, singándoselo en ráfagas... ah, el agua. ah, el miedo enorme y sibilante que me ha penetrado la cabeza. dándome vueltas. apenas. me estiro mirándolas dormir. las dos se durmieron en medio de todo este horror y yo en pie, soldadito de plomo deambulando insomne por toda la casa, revisando ventanas, puertas, pilas, linternas. en la oscuridad, porque se fue la luz... la luz. zul azul luz... light ligera ilusión, apenas sombra del temor.

*** ** lo que daría por un plato de enchilado de langosta. del que hacía mi madre, cuando aún era ella y no esta que se me va entre los dedos, en hilillos de memoria. aún terca, pero no, no es ella ya. mi madre. su enchilado la delicia más contundente del mundo. del universo. en cuanto abrí la nevera del patio para sacar tanta agua congelada, etc., me asaltó el antojo emotivo. hace tres días, cuando se nos venía encima la huracanada Irma con fuerzas acuáticas desmedidas y mi madre, vieja, cubana y terca, no se quiso ir. nonono. vámonos pa'l carajo mamitalinda que esto pinta feo, le dije dándole besitos para convencerla. nonono déjame, contestaba deshaciéndose en temblores mi reina del no, yo que hasta tengo princesa del no a cuestas, completando corte sono io la emperatriz del sí. sísísí. en fin sin fin. el fin. 

*** *** Sí. claro que mi madre me embarcó porque mientras afuera el paraíso era desencajado infierno zurcido al revés, ella dormía la mayor parte de la horrible ventosa puesta en escena irmaica, que duró casi quince horas. uuuuhhhh uuuuhhh y requeteuuuuuuuhhhhh. el findelmundo y ella durmiendo. yo espantada pensando en todo lo que no debía, mira que me miento y me desmiento. pecados en polvo, del polvo y al polvo... trucos los mentales malabarismos del trueque pensándome en todas las posiciones posibles yo un enorme proyectil humano atravesando vientos y ráfagas. deshilvanando toda esa furia natural. yosolita. contra el encabronamiento majestuoso del mar. aaaahhhh el mar. lejano y despampanante elmonosincadena, desencadenando terror. quince horas. hasta que todo pasó. abrimos puertas y ventanas. que ahí viene JoséMaría con la nueva destrucción cubana... 

*** *** * tras varios días de meteYsacaYbota porquería, corta ramas y barre arenas y piedras varias en medio del sol --comosinada comosinunca-- bajo el calor hirviente y la nocturna oscuridad total, por fin vino la luz. SeHizo LaLuz. Oh la luz. la la la luz. Y pude por fin dormir en el frescor artificial que ya es plasma que rueda rueda por el olfato y penetra, entra al cerebro y relaja. en frío, duérmete en frío... encuera, oh dormir. Y dormir tras cinco días sin pestañear. Sin sin Sin. apenas.

*** *** ** ya un tin descansada, CaFé avec leche recién hecho, humeante en mano, fui a abrir la nevera del patio. hermética y aún fría, al levantar la tapa solo oí la voz de mi padre, toda su alegría de glotón absoluto: mira, vieja, la langosta no se echó a perder. 

*** *** *** allí estaba, abriendo la nevera después del paso del otro cicloncito asesino, el Andrew del 92. y viéndolo mirarme, sus enormes ojos anticipando el manjar, me eché a llorar. el frío vaho de la nevera golpeándome. YllorarYllorarporvolverVolverVolver a hace 25 años Y tenerlo, aún. tenerlos. tenerme. teniéndome apenas. reto-ceder. apenas. 

*** *** *** * entonces, hace tanto más que nunca y jamás, nos pasamos, sin luz, aquellos días después del ciclón BadBoyAndy comiendo el sabroso enchilado de langosta que hacía mi madre. como siempre, yo de paso. de visita. y la previsora siempreverde madreDEmialma a pedacitos de otras pero de ella entera, que entonces tenía apenas unos pocos años más de los que ahora tengo yo. erguida y fuerte ella como siempre, dueña de su cocina de gas en el patio para emergencias como aquellas. para satisfacer la glotonería de mi padre hermoso, oh tan entero como majestuoso y generoso, bolsillo abierto conmigo, siempre. langosta, lo que cueste, pa mi mela, siempre.

*** *** *** ** porque mi padre, mi gran maravilla, siempre compraba libras y libras de langosta y las congelaba para cuando yo viniera. dePaso, deVisita, deRebote, para recibirme a brazos abiertos y mi plato favorito dispuesto, artesanía culinaria cubana. y así en camino, móvil, me cogió la visita en la trayectoria de Andrew, corriendo a sacar a mi padre de la playa, whisky en mano, gozador de la vida misma. vamos papi, vamos que esta mierda viene pa'cá. y en el camino a la casa, su voz alegre y jovial... coño, y tengo la nevera llena de langosta pa'ti, mela. y yo riéndome, nerviosa, mirando las torrecitas de cristal fulero, que ni llegan a las rodillas de las de ahora, gigantes imbéciles desafiando al mar, ay, el mar. la mañana después del desastre, ilesos, ansioso mi padre abrió la tapa de la nevera y sonriendo feliz... mira, vieja.... la langosta no se echó a perder.

*** *** *** *** al día siguiente, el sonido de nuestra boca comunal chupando los caparachos de langosta de toda su salsa angelical, mi padre satisfecho de que yo, la destinataria de su magnánima generosidad, pude degustar su regalo, me miraba sonrisa en boca, haciéndome guiños. y me daba codazos de cariño... que digo... amor, del grande, del bueno... porque tupadrenuncatefalla, mela. y hoy, cuanto diera por ese momento, otra vez.  yo, que no he vuelto a comer enchilado de langosta porque ya mi madre no puede cocinármelo, ansío saciar mi gran antojo emotivo frente a una nevera llena de botellas de agua congeladas. viendo visiones y oyendo voces. apenas, apenas.