la Elieceruforia, Parte 1 y Parte 2 del momento virtual cubano si alguna vez lo hubo, me recuerda cómo me sentí cuando empecé a leer a Yoani Sánchez y otros blogueros de VocesCubanas … hay luz, me susurré con miedo; hay, aún, esperanza. y lo sigo pensando, a ratos. no quiero defraudarme, pero... me digo… pero creer demasiado solo sería la consecuencia de mi falta de responsabilidad al depositar MI esperanza en las manos de otro, otra, otros… nos y otros… nosotros.
por eso, me temo que la Elieceruforia no nos conviene, a nos y mucho menos a él. buena idea apoyarlo, porque ahora, ya se sabe, le van a caer arriba. mala idea encumbrarlo a ciegas… otro ícono, otro líder, otra esperanza… otra ilusión buscando el consecuente des… des… prefijo fatal a cualquier nombre, común o propio.
lo que EA dice lo han dicho otros, tantos, tal vez no expresado de la manera clara, calma y civil que tanto deseamos y vemos en el video, pero... me temo, detecto que el flechazo se debe también a las “apariencias”, al físico limpio, varonil, joven y fuerte, además de la labia respetuosa, “self-taught” y, pareciera, decidida, a “hacer algo ya”. pero esa labia no es nueva... es labia "remodelada", ya otro joven entusiasta de la democracia nos cantó ese bolero... aún así, quiero pensar...
qué lindo regalo de fin de año, fin a un annus horribilis con mucha bilis, mucho ano, mucho nada de nada, otra vez. porque es que hubo otros, tantos, como él, ella, aquél, como ésos que todavía se ponen corbata para cualquier ocasión pública, esos que ya están gordos y viejos, esos que aún dictan idelología, teología, lemas, casi el mismo discurso de “los otros de antes”, esos otros que se fueron o ésos que siguen rayando el mismo disco sin apenas volumen…
y ahora éste, en verdad “un hombre nuevo” en ese sentido rígido, casi militar que me asusta, en ese sentido machista-varonil que gusta tanto a nuestra gente isleña, a nuestra isla hembra... un Eliécer-elixir para nuestra sed y ansiedad de cambio… otro, otra, otros, nos otros… nos otras…
venga, chupa tu ración de la Elieceruforia, me digo, pero no puedo. mi desconfianza me lo dice tranquila, vieja, desilusionada… déjalo que entre al baile, que se mueva a ver a qué ritmo, a quién escoge de pareja, a quién se lleva a casa mientras tocan la última pieza… déjalo, que no es el único… hay muchos, otros, muchos otros… nos y otros… entre nosotros.
2 comments:
Esto está genial, lo leí cuando lo pusiste como comentario en lo de Ernesto PD. Quemé la entrevista de Eliécer en un DVD para verla según tenga tiempo pero he leído varios escritos sobre sus declaraciones. Definitivamente, le sacas punta hasta un poste de la electricidad :-) Saludos.
gracias, Miguel, tú siempre gentil lector... que se agradece... Y es que, es tanto ya el cansancio de la espera interminable, que la desconfianza es lo que mejor entiendo. Saludos
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