8.29.2009
oh no, di que no es VERDAna...
Ikea Changes Typeface Switched.com
The Font War: Ikea Fans Fume over Verdana TIME.com
Carolyn Fraser, a letterpress printer in Melbourne, Australia, adopts a different metaphor to explain the problem...
"Verdana was designed for the limitations of the Web — it's dumbed down and overused. It's a bit like using Lego to build a skyscraper, when steel is clearly a superior choice."
8.28.2009
8.26.2009
santo
pero lo que quiero destacar de mi tío Santo es que fue un borracho que se pasó su juventud en la cárcel, a intervalos desde 1965 hasta que lo echaron de Cuba tachado de "escoria" durante el éxodo del Mariel, en 1980, porque con cada trago de ron o aguardiente que se daba se cagaba en Fidel, en su revolución y en la madre de cualquier Castro que anduviera cerca.
de niña lo vi hacerlo un montón de veces. confieso que me daba risa porque tío Santo era como un niño, por ser bajito y tener un leve retraso mental. cuando estaba sobrio era tímido y tierno con sus sobrinos, y se la pasaba sacudiendo los bolsillos de sus pantalones, donde siempre llevaba kilos que nos repartía con goce en sus ojitos azulados. recuerdo que cuando entraba por la casa y me veía en el patio me gritaba: "ven acá, mi sobrina.... ¡mira como tengo kilos!" y nos poníamos a contar kilos sobre el buró, riéndonos como dos felices banqueritos capitalistas.
pero cuando bebía, se convertía en un enano bruto y grosero, y lo que más lo sacaba de quicio era la falta de comida que ya se vivía en Cuba a mediados de la década de 1960. cuando mi madre u otra tía (sobretodo la que fue presidenta del CDR y murió en Miami, alimentada y cuidada su salud por el gobierno estadounidense) le servía un plato de comida, en medio de una de sus borracheras y con la intención de llenarlo para que se durmiera, Santo lo probaba y acto seguido se lanzaba a la calle a gritar que la comida que daban por la libreta era una mierda, que él quería comer queso, jamón y chorizo. y ahí empezaba la retahíla de insultos a Fidel, que iba aumentando en calidad y color a medida que Santo desataba su furia.
mi familia se fue de Cuba rumbo a España en el 68. mi madre siguió ayudando a sus hermanos todos, simpatizantes o no al gobierno impuesto, de igual manera y cómo pudiera. eran épocas en que las cartas nunca llegaban, en que apenas se podía llamar por teléfono, en que ni se podía pensar en ir a visitar la familia, jamás, ya no sólo no había vía, sino que las familias se dividían por la política de manera drástica y amarga. para mi madre lo que importaba era que eran sus hermanos, y no le importaba si algunos eran del partido, de la UJC o del CDR. lloró igual cuando uno murió en un accidente recién llegado de Angola que cuando otro se resbaló en el baño. pero mi madre nunca se esperaba lo que pasó en 1980, cuando trabajando de voluntaria en Cayo Hueso durante el éxodo del Mariel la llamaron a un lado. una señora le preguntó su apellido de soltera y miró una lista. con el índice señaló un nombre y se lo mostró a mi madre. ella se tapó la boca, ahogando el grito de alegría y asombro: ¡Santito está en Miami!
y allí murió a mediados de los 90. todos esos años mi madre se ocupó de él, que cada vez que me veía se sonaba los bolsillos y me regalaba dos "quarters" para que me fuera a tomar un refresco, me decía, aunque yo tuviera ya la mayoría de edad. pero lo curioso es que mi tío Santo, que siguió siendo borracho hasta el día de su muerte, cuando se emborrachaba en las calles del suroeste de Miami, se seguía cagando en la madre de Fidel, en sus hijos y todos sus descendientes, pero no ya en nombre de la mala comida, sino en nombre de Cuba.
8.25.2009
sensiYOble
recuerdo un aula donde un calor asfixiante nos dormitaba en los párpados después de un recreo matutino de panetela sobreazucarada y refresco de mate endulzado. azúcar y cafeína a los ocho años, corriéndome por las venas con un palpitar asustado y la maestra hablando boberías varias. que si el predicado que si el sujeto que si las moscas se estaban alborotando encima del pupitre del oscarito observé mientras la voz de la vieja con zapatos ortopédicos se sonorizaba en sus ondas cansonas. oscarito manoteaba las moscas sobre su coco liso y hacía muecas incómodas. se sentía un tufillo a su alrededor y los otros muchachos se burlaban. cuando por fin sonó el timbre y todos se levantaron precisos, mis ojos se quedaron posados en el asiento del pupitre, donde oscarito había dejado una piedrita oscura.
de la misma manera que cada mañana cuando, durante el matutino húmedo y los cantos a una libertad ficticia, mi nariz se introducía en la pelambre de digna victoria a aspirar su perfume de violetas con los ojos cerrados y las manos rozando la dureza almidonada de la falda de mi uniforme, me acerqué. era o no era, me pregunté. con el rostro casi encima de la piedrecilla el olfato me dijo que era. y no me importó que lo fuera. el tacto reclamó experiencia. más blando que una piedra, con certeza. apunte, mente, apunte. con el dedo embarrado me fui al baño. me pasé el resto del día con el dedo parado, alerta. que no me digan comemierda, que yo soy tocamierda, me dije risueña. peores piedritas me esperaban en la senda sensorial de mi humana vida.
acabo de tocarme la cicatriz que ahora se aloja en mi cuello para el resto de lo que quede. es áspera y huele al dolor que aún no he sentido porque el que se avecina no duele como el pasado. he cerrado los ojos para hacerlo, como siempre, nada como el tacto a oscuras donde todo puede ser cualquier otra cosa. es una soga, pienso. es un alivio, espero. es un cordel cordón fino que habrá de desaparecer. es una experiencia sensorial. otra. es un paso. a otro nivel. sensorial. es mi cuerpo. degenerándose. locuaz y descriptivo.
© omu 2009
8.24.2009
plaCentero
Plaster relief from a series illustrating the stages of childbirth
Undated (c.1900)
part of the exhibit
Origins of life
Exquisite Bodies at Wellcome Collection, Londonel cuerpo que regurgita por todos sus orificios sus ilícitas creaciones, sus inventos, su paz y su guerra debajo de la fina capa, crisálida inmunda que tapa el continuo mete y saca © omu 2009
Tradición y otros cuentos
Tradición
Lo había intentado todo para hacerles ver que era un dragón vegetariano, pero ellos seguían entregándole una doncella virgen cada cinco años que, al menos, tenían el detalle de no sacrificar. Devolverlas sería desconsiderado tanto para con ellos como para con las propias chicas, que se habrían sentido rechazadas. De manera que cada noche se colocaba el delantal y, resignado, preparaba una ensalada para quince.
Mentirijillas
La cosa funcionaba más o menos así: las princesas se fugaban con sus amantes y dejaban que el dragón cargara con toda la culpa. Los príncipes lo sabían, pero usaban la excusa de la princesa encerrada para entrar en el castillo y buscar el tesoro. Finalmente, el dragón estaba encantado con el bulo de las princesas y del tesoro, porque así tenía siempre a mano un príncipe para merendar.
Confusión
Por culpa de un lamentable error de encuadernación en el que nadie reparó a tiempo, miles de lectores pasaron la página y contemplaron, horrorizados, cómo la Bella Durmiente se convertía en rana justo después del apasionado beso del Príncipe Azul.
8.22.2009
Orchids....
"...the inflatable love dolls of the floral
kingdom."
@ Love and Lies,
National Geographic via NPR
..what's so wonderful is that every one of these flowers has a specific relationship with the insect that pollinates it. ... And neither the flower nor the insect will ever understand the significance of their lovemaking. ... In this sense they show us how to live -- how the only barometer you have is your heart. How, when you spot your flower, you can't let anything get in your way.
for all lovers and liars, alike... and you know who and which you are... enjoy!
8.21.2009
languageISaVirus
... if that is a pain cry, then...Language is a Virus... is a Virus
8.20.2009
8.17.2009
de vida y muerte
hablo con mi madre y su voz de mujer roca convertida en arenisca me cuenta sus penurias, aunque me haya llamado para enterarse de las mías. la escucho mientras observo que llueve afuera. apenas puedo mover el cuello y la molestia me hace cerrar los ojos. con voz de chisme sucio, mi madre me cuenta divertida sobre una amiga que hace 20 años no ve. anda de visita en miami y le cuenta a mi progenitora que enviudó hace cuatro. ahora le confiesa que está comprometida con un señor que fue su novio en cuba, hace casi 60 años. mi madre se ríe, entre divertida, asombrada y escandalizada. sonrío complacida. recuerdo a la amiga de mi madre. recuerdo a sus hijas. compartimos muchas noches en el parque de pueblo nuevo. aplaudo a la señora y mi madre cambia el tono. antes, pienso en todas las que se han ido. si algún día volverán.
luego mi madre, con voz queda, me cuenta que murió antonia. me trato de enderezar y me duele el cuello. ay, no, digo. por el dolor y la noticia. antonia era una señora estupenda, cascabelera, risueña y dominante como el maldito sol mayamense. como tantas viejas cubanas del exilio histórico, histérico e histerectómico, antonia sufrió, vivió, luchó mucho las estrechas calles sin aceras de la urbe ciudad-estado. cuando yo la conocí, hace un par de décadas, se dedicaba a la manicuría casera. yo la visitaba cada vez que pasaba a ver a mis viejos. las citas con antonia requerían de por lo menos tres horas. entre manos y pies, se demoraba eso y más, pero valía la pena ya que dejaba esas extremidades en plena forma para los próximos tres meses. yo siempre le daba una generosa propina que triplicaba el costo de la labor.
además, antonia era una excelente cuentista. vivía en una casita un toque desorganizada, llena de perros, loros y cotorras. mientras preparaba los utensilios, hacía café y regañaba a totica, que se había cagado en la cocina, antonia cantaba o tarareaba algo, corría a contestar el teléfono o atender al marido demente, paco, un hombre tosco con boina gallega en pleno agosto. paco le había sido infiel a antonia décadas atrás, varias veces, ella me había contado, y aunque siguieron viviendo juntos y ella lo atendió hasta el último momento, nunca se lo perdonó. cuando ella, por la enfermedad de él, se convirtió en la fuerte, antonia lo manejaba con mano de hierro, pero afectuosa. me maravillaba ver todos esos sentimientos encontrados coexistiendo bajo el techo de la pequeña casa, pura humanidad. la vida sin instrucciones de libro, enciclopedia ni manual.
cuando paco murió, antonia se metió a santera. eso me parecía cómico, porque se pasaba la vida alabando a jesús. se empezó a poner pulsitos y collares multicolores que resaltaban en su piel blanca de cabellos rubios y ojos azules. y es que antonia era hija de un cubano y una norteamericana. un cubano recalcitrante del siglo 19, tan parecido a otros del siglo 20, que prohibió a su esposa hablarle en inglés a sus hijos. por lo tanto, antonia no decía ni "hello" en inglés. y cuando llegó a estados unidos como refugiada cubana, casada con paco, ignoraba que ella y sus hijos tenían derecho a la ciudadanía estadounidense automáticamente. meándose de la risa, ella me contaba cómo se pasó meses estudiando para el examen en inglés para que todo resultara innecesario. y cómo su padre le había prohibido su romance con paco por ser divorciado. y secretillos de su madre y hermanas. los sufrimientos del exilio sesentero. los trabajos humillantes. y tantas otras cosas que me contó la magnífica antonia. sin embargo, la que más recuerdo fue una, macabra, cómica, triste, humana.
llevaba paco meses ya muerto cuando fui a ver a antonia. se veía un toque agitada. le dije que podía regresar otro día. "no te preocupes, niña. siéntate que ya voy...", me dijo y se puso a hacer café. cuando empezó a sacarme las cutículas, me dijo que estaba teniendo muchos sueños con paco. avanzó y me contó más detalles de las infidelidades, uno de sus cuentos favoritos. creo que ejercían en ella cierto desahogo narrárselas a alguien como yo, que nunca opinaba. ella narraba y yo copiaba, en mi mente, cosas que luego apuntaba. ese día me confesó que había visto a paco de nuevo, en la puerta de la casa de enfrente, donde vivía una de sus hijas. con el rabito del ojo miré yo hacia allá por la ventana, aunque no creo en esas cosas.... antonia, calmada ya por el cafecito, seguía, con tono muy natural contándome como eso pasaba a menudo, eso de ver a paco. me contó que se le aparecía por toda la casa, por el patio. que trataba de hablarle, pero que ella lo ignoraba. porque al fin y al cabo era un espíritu. "él lo que quiere es que yo lo perdone, pero si yo ya en vida le dije que de eso nada monada, no sé para qué tanta jodedera ahora... tú no crees, mi niña". yo asentía y miraba hacia todas partes, no vaya a ser.... "pues anoche otra vez soñé con él, lo vi en su carrito de heladero, manoseándose con la nica, tan descarados los dos... y esta mañana, cuando me levanté y fui a recoger el periódico en el portal, lo vi". yo tragué en seco y sonreí. creo que casi también vi a paco en el umbral de la puerta, con el rostro serio y su boina gallega. ah, la fuerza de una buena narrativa...
entonces antonia, con su linda cara de cutis blanco y sus ojitos azules risueños me miró. dejó de arreglarme las uñas y levantó un mano señalando hacia el cielo. "pero eso sí, antes de cerrar la puerta se lo dije, para que no siga jodiendo.... elévate, paco, que tú eres espíritu, así que no te creas el vivo. elévate y no me mortifiques más". por un instante no supe si reírme o qué. antonia lo decía en serio y se lo creí, lo que me acababa de contar. cuando me fui, con mi propina y mis besos, le dije que había hecho bien en espantar el espíritu de paco, que ya arreglarían las cosas en el cielo algún día. su respuesta fue rápida: "lo dudo, pero bueno, que no sea muy pronto...", dijo antonia y se rió a carcajadas.
hoy entierran a antonia y espero que pronto ella y paco hagan las paces. mientras, yo la voy a extrañar un montón. QEPD.
8.13.2009
8.10.2009
8.06.2009
en reparaciones...
8.05.2009
8.04.2009
8.03.2009
espadachina de los mares del sur
la argentina se sentaba en su carrito allá por la calle doce o trece. durante varios días la observé hacer yoga entre cliente y cliente desde el cafecito del hotel cardozo. la playa entonces era estrecha y se veía desde el cardozo, el primer hotelito deco en ser restaurado con terraza-café y todo antes del arrebato de remodelaciones que vino después. a veces la acompañaba una señora mayor. eran tiempos de juntas y militares allá en su tierra y ella y su "tía" tuvieron que irse, me contó luego. allá quería licenciarse en leyes y había sido miembro del equipo de esgrima de su país. aquí vendía hot dogs con chimichurri en la playa.
y eran deliciosos. tanto como ella, dorada por el sol, a la mirada fija de mis ojos ocultos tras gafas ray ban. SIGUE
8.02.2009
8.01.2009
Austen reeeedone
hey, Jane... these are modern insensitive times...
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via toplessRobot.com