5.11.2015

venTOsiDADEs

desde el pasillo alguien canturrea mientras limpia. tras los ventanales a lo lejos un mar inquieto de olitas empujadas por el viento. el perfil del puerto vibra futuros inciertos. me lo imagino todo inundado y estos edificios médicos escupiendo bacterias y cadáveres. me muerdo la lengua y aprieto la mano de mi padre, que dormita pero no se rinde. lleva dos semanas agarrado al soplo de vida que le queda. meses ya lleva víctima del maldito tumor que lo ha zarandeado, tumbado, aplastado. años en continua degeneración. pero él no se rinde. y aquí estamos, como tantas otras veces, él soplando en mi oído su eco continuo aunque se destiña de vida. se aferra una vez más y me mira a veces con ojos vacíos ya de mi recuerdo. ¿cuántas muertes anunciadas llevamos ya, viejo? cierro los ojos y lo palpo, tan cálido, sus manos suaves y fuertes. aún. y en mis tímpanos la memoria acumulada en ondas de música y gemidos. es su aliento un río desembocando en el mar. el único e inmenso mar. allí donde sus brazos fuertes me sostienen. me aboyo no me hundo. es un ayer. de tantos. tanto hace ayer. él estaba allí. hincado en la arena empapada de mar. sus piernas hermosas. sus brazos duros sosteniendo mi cuerpo de niña seria; sin embargo, yo algarabía en el cuenco aquel pozo íntimo yo rozando su barriga. de cara al sol asumiendo lo infinito del cielo. allí. era él interminable. su pelo mojado. inmortal en sus ojos nobles. y se los toco, ahora cerrados. dormitan o tal vez me evitan. lo llamo en un susurro. duerme. y yo que ni puedo soñar ya, mucho menos dormir, lo velo hundirse en un infinito descanso. tal vez. 

decido bajar al mar. el piso del pasillo brilloso reflejando tanta miseria humana, tanta. ay. oscuro y tembloroso el mar, su brisa marina me abraza fresca debajo de las uvas caletas. un pájaro negro grazna entre sus ramas. mal agüero eso, dicen, y me río, qué me queda hacer ya. del otro lado de la cerca el muro de la ermita está lleno de gente y yo sola aquí. ah los simbolismos y sus enigmas. las ironías que la vida me lanza a estas alturas. la caridad de un lado y la soledad del otro. siempre pienso que la gente que cree de verdad en esas cosas viene a ese muro a la espera del arribo del botecito con cachita haciendo espectaculares malabarismos encima de los tres chiflados. SheAboveITall. ese muro sería un magnífico escenario para un performance de luces amarillas y sombras blancas en medio de la oscuridad nocturna mientras miles de voces profundas, agudas, lanzan chillidos cortantes: "poLcaridaaad". así horas mientras una caravana de carros pasa cargados de cubanos tirando girasoles al mar. al amanecer la alfombra de girasoles llegaría a keybiscayne y cachita entonces, sostenida por cables aéreos de un helicóptero, caminaría sobre el mar... interpretada por gloria estefan, claro. y luego, cafecitos para todos. a 56 centavos por dedal. simbolismos e ironías. 

pero, ¿dije brisa? es que está lo que se dice... "ventoso", pienso sonriendo y me tiro un selfie para mandárselo a eLLa y joderla, porque le choca la palabreja. eLLa tan ajena de las ventosidades de la lengua. miren. pasa un yate blanco que lento va pavoneándose frente al malecón. GraciasPorElYateVirgencita. mira-que-ahora-quiero-dos. DosYates. BaH. se escurren por mis pies dos muchachitas casi de la mano. vaya. se esconden bajo otra sombra entre risitas. la brisa ventosa es una delicia desquiciante. esPuraVida y el golpe de las olas rima con otro día más en la espera. ahELhorror. endecasílabos para morir en hipérboles de vida extinta. cómo me duelen los ojos. de llorar y no llorar. de mirarlo vivo casi muerto. de mirarme ausente de mí misma entre tanta basurilla suelta colgada del viento. su brisa. su mar. lo pienso allá arriba, solo soñándome ida. yo sin regreso al ayer que nos contuvo sanos lo sueño vivo, sujetándome. adiós, caridad y me alejo. apiádate de esta soledad que hinca por doquier. y su silencio hostil entre tanto ruido, tanto.

winds