12.28.2015

storyOFomg

Hagan cola que llegó el carro de la carne...

foto: Christophe Buffetrille: Inaccessible perfection series @l'oeil de la photographie 

He tenido pesadillas en las que he sido despedazada por manos ansiosas; luego me despierto de un salto, babeada y furiosa. Déjenme, grito siempre que ocurre, que por la misericordia de, no es con frecuencia. Sin embargo, la otra noche, después de ver estas imágenes de pasada, ocurrió. Oh no, me dije en medio del charco, chapoteando el desespero de haber caído allí de culo y sin culero. Hasta sabía por qué, claro, y maldecía haberme detenido en la noche insomne a echarle ojo a estas fotos, con morboso desagrado. Sin embargo, al llegar a la imagen de la gordita tetona, me vi casi retratada y con desenfado me empecé a reír. Le enseñé la foto a eLLa y muerta de risa dijo: te cogieron infraganti... Ufana colgué la foto en FB, a lo desfachatado, "mírenme, orgía de navidad..." Bah, la intención del fotógrafo era, leí, captar la "inalcanzable perfección" que para él tienen las mujeres. Cierto, me dije... muy cierto, pero cara a cara, una a una, aunque sean muchas luego al sumarlas, pero despacio en fila, no en jauría... SIGUE


Ya, detesto las orgías y la consecuente babosería... esa mezcla de aromas a tropel y variadas superficies táctiles me atolondran los sentidos. Un cortocircuito ocurre en mi mente multifacética y enredada. Soy personaje intenso en las labores del uno a uno, del cara a cara ojo con ojo, lenta y exhaustiva en las exploraciones corporales. Tengo un olfato privilegiado y en esos momentos íntimos, los aromas son clave para la reacción y devoción sensual. El sonido del cuerpo deseado es exclusivo, porque produce cada uno su música... volín solo, balada pop, ópera, jazz... Por eso los tríos, cuartetos y orquestas sexuales no son de mi preferencia.  

He participado en dos o tres, cierto. Por curiosidad juvenil, por desubicación geográfica (wrong place at the wrong time), siempre en momentos de exagerada debilidad mental y física, que no moral. Y así, con todo eso amarrándome al piso, cama o playa en posición horizontal mirando las estrellas, las cortinas o las gotas de lluvia en la ventana, nunca experimenté placer en ello y dudo que mucha gente de verdad disfrute esas escenas, por mucho que lo digan. Hasta me arriesgo a decir que de voyeur, cualquiera lo disfrutaría, pero ya de de participante... demasiadas distracciones, el saliveo comunal, la falta de intimidad porque en grupo se convierte en deporte, en competencia... que lo sabroso del placer sexual es hundirse en el otro y sacarle el alma a pedazos, sin prisa y en total confianza... ah, eso... para darse hay que confiar en el otro... para recibirse en mutuo acuerdo de que esto es entre nos... 

Ya, y como digo eso, añado como para llevarme la contraria, que los abrazos comunales senza energía sexual son ricos en proteínas emocionales, el saberse querido a borbotones de lo vivido... a pesar de... que llorar juntos dos o tres o cuatro une más que el llanto solitario, que llevarnos del brazo en grupo, nosotras que una vez nos miramos a los ojos a dúo, hurgando en la profundidad del sentimiento de aquel  perdido instante compartido, es de una belleza sublime... incomparable magnificencia, el logro perfecto... tan escurridizo, volátil e inalcanzable, en su perfección.

2 comments:

Miguel Iturralde said...

mira que los Reyes no te van traer un regalito si no te portas bien, y estás como medio alborotá acabando el 2015 :-)

Saludos y buen fin de año y mejor año nuevo.

sonora y matancera said...

Media? Entera, suelta y sin vacunar, dice. Jaaa. Abrazo Miguel, y gracias por tu presencia. Mucha salud y paz en este nuevo año.