1.06.2009

muñequitaENroscada




esta muñequita cabezona y minifaldera casi me rompe un diente y me asfixia el 6 de enero de 1969 al morder yo mi primer roscón de reyes español. doña goya, nuestra solícita casera, se apresuró a darme una tremebunda palmada en la espalda y a reírse complacida mientras declaraba que "la suerte te ha de sonreír este año y siempre, maja". sin saberlo, me había ganado el premio, no el gordo de reyes, pero sí el del roscón, que me supo a gloria con su consabido chocolate caliente, espeso como sólo saben hacerlo los españoles. ese día de reyes fue el primero fuera de cuba, en el que no tuve que hacer cola para conseguir mis propios y pocos regalos. y aunque éste también fue escaso en presentes, el único que recibí fue bello, yo tan bitonga y estudiosa: una cartuchera de útiles escolares para mí y un roscón de reyes para toda la familia.

la muñequita sigue a mi lado tantos años después, y hoy cuelga en mi oficina como parte de una "escultura" de bebés sobrevientes... de mis torturas. dicha estructura consiste de una probeta química cuya base interior va surtida de figuritas plásticas de bebés de variados tamaños. del cuello de la probeta cuelgan, sostenidos por clips de metal deformados, varios de estos bebés y mi apreciada muñequita obtenida del roscón del 69.

la escultura se llama "sálvese quien pueda".



canción: Los 3 Reyes, Muchachita

2 comments:

Anonymous said...

Estupendo tu la historia de tu primera rosca...

Anonymous said...

Que bueno el roscòn,a casi me deja la gracia con un diente de menos,pero el panetone y el pandeoro son buenisimos y sin tropezones.