7.09.2008

habanabox

fotos-texto © sonomataumo

chancla de chancleta chusma, iba pensando en silencio el sonido a coro y chiripitiflaútico de la che--nunca el del che--mientras el viejo ferry nos arrastraba por las turbias aguas del brazo de mar a la isla que prometía descanso y tranquilidad. chupete de chicharrón cacharro con chispa chanchullo de chirimoya, me dije una y otra vez para no escuchar el sonido ensordecedor del motor pero el ¡coño, chico! repentino del tipo que no paraba de hablar por su celular me hizo pestañear y mirarlo. era un mexicano sesentón de plata, con sandalias crocs, polo lacoste y bronceado cuidado en su piel blanca. a su lado el niño pijo de treintaytantos, cuate con gafas ray ban y pelo descuidado se reía y baboseaba con un eco de falso carajo, chico, coño.

ay, no, no estoy pa´esto... chachechichochu, me dije rápido una y otra vez tratando de no pensar en lo que se me estaba ocurriendo. cuando por fin llegamos, al bajarnos del ferry para hacer la cola y agarrar los taxicarritos, el viejo y el otro seguían cubaneando por el celular como buenos sangrones. entonces me pasaron por al lado y alcancé a escuchar fragmentos del parloteo... el viejo: "oye, chico, que sí llegó el material pero no los trabajadores..." el viejo hacía esfuerzos por escuchar con quien hablaba y repetía lo mismo varias veces. luego, tapando el mic del aparato, le preguntó al más joven que cómo se llamaba el tipo. éste, haciendo una mueca y abriendo los brazos levantó los hombros indicando ignorancia: "castro, no sé el nombre... es el xxx de raúl...." mi compañera de andanzas y yo nos miramos y dejamos rotar las pupilas en un espantado alabao, no puede ser... no entendimos bien lo que dijo el viejo, pero de sólo oír el nombrecito nos dio náusea. el sesentón, de fuerte acento chilango, volvió a repetir: "...que sí, sí, llegó el material pero no los pinchexxx ...tienen que llegar en el ferry de las 6:30... xxx" ya no pude oír más. me lancé en busca del taxicarrito con nueva ansiedad, pensando que esto era una broma de mal gusto.

durante la semana que estuvimos en Holbox no vimos más a esos dos fulanos, pero sí encontramos huellas de una presencia cubana en la isla, a veces un toque fantasmal, y no sólo en el hotel de lujo de Milanés y consorte, con sus cuartos de $200-$500 la noche y su menú de precios elevadísimos por simple comida cubana... siempre que salíamos por el pueblo hablábamos con camareros, tenderos, gente común que, una vez se enteraban o adivinaban nuestra nacionalidad, nos contaban historias de los grupos de cubanos que de pronto aparecían en la isla y de pronto desaparecían ... y nadie sabía cómo. también nos señalaron a varios residentes de la isla que en otra vida fueron cubanos: una joven negra que vimos varias veces pa´rriba y pa´bajo en su carrito de golf... alguien nos explicó que trabajaba en el hotel de Milanés; una mujer y un hombre que escuchamos hablar "en jerga cubana", pero con acento yucateco, mientras comíamos unos deliciosos tacos en una taquería casera, de ésas que la familia arma en el portal de la casa cuando cae el sol....

la mujer, entre mordida y mordida, le decía al hombre que con ella "si no se iba a meter fulano porque ella si que lo mandaba para el recontracoño de su madre en menos de..." mi socia de travesía y yo compartimos una nueva rotación total de pupilas mientras los mosquitos nos comían las piernas y nosotras nos hartábamos de tacos callejeros, grasientos y rociados de arena y salitre a apenas unas 300 millas de La Habana...